La comida en Mercatbar había sido larga. Disfrutamos, pero tuvimos que emplearnos a fondo para llegar al final. La noche se presentaba también intensa en lo gastronómico, teníamos mesa en La Sucursal y Valencia nos queda lo suficientemente lejos como para desperdiciar esa bala.
Así que allí nos presentamos y ¿qué pedimos? Pues el menú degustación. El largo. El que a un precio de 70 euros hace un recorrido por los productos de temporada y representa la vertiente más innovadora de la cocina de La Sucursal. Existe, además de este menú y de la carta, otro menú, el "tradición renovada", con un precio de 48 euros. Pero nosotros no solemos tener dudas en estas situaciones. En cuanto al vino, no podemos comentar nuestra opinión sobre la carta porque directamente nos decantamos por el champagne que nos proponían para armonizar el menú. Los que nos seguís habitualmente ya conocéis nuestra especial debilidad por los champagnes. Así que nos tomamos una botella de Perrier-Jouët.
Los primeros snacks que llegaron a la mesa fueron unos chips de yuca y plátano. Curioso el Martini con corteza de naranja dentro del hielo.
Nos ofrecieron panes de espinacas, de centeno y blanco. Para acompañar, mantequilla de finas hierbas y sal y aceite de la zona.
Y llegaron más snacks:
Galleta de oliva negra con humus. Buen trampantojo de oreo.
Croqueta de mejillón y escabeche. Buen sabor aunque el rebozado no estaba lo suficientemente crujiente.
Aceitunas rellena de anchoa.
Ensalada licuada: con bastante sabor a pepino.
Microverduras ecológicas y sardinas marinadas. Festival de microverduras al dente: zanahorias, brocoli, lechuga, maíz... sobre una salsa de mantequilla. Calidad también en las sardinas marinadas.
Steack tartar, sabayón de mostaza, encurtidos y liliáceas. Un más que bueno steak tartar cubierto de un velo de gelatina que no aportaba sabor, y acompañado de alcaparras y encurtidos.
Arroz meloso de ostra, almeja de carril y perla de su agua. Sin duda el plato de la noche. Arroz perfecto de punto y sabor, suelto y meloso. Excepcional la combinación con la ostra. La hoja de ostra ha de tomarse primero para potenciar el sabor del arroz.
Calamar de playa, puerro y jugo de sepia. Correcto. Caldo muy bien trabajado.
Pescado de lonja, cuscús natural, jugo de "bullit" y cebolla confitada. El pescado de hoy era lubina sobre una base de puré de coliflor. Gran producto, aunque quizás el puré se puede sustituir por el propio caldo del pescado.
Pluma ibérica, quinoa estofada y tuétano de salsifí. Bueno el concepto del plato, si bien la concentración de la salsa lo hace demasiado salado. El punto de la carne algo pasado. A vigilar la temperatura de servicio ya que llegó algo templado.
Cuajada de coco, cítricos, piña y leche frita. Le sobraba una costra que adornaba pero no aportaba nada. Por lo demás bueno y refrescante.
Nuestro homenaje al vino. Sorbete de melocotón de viña sanguino con sarmientos y taninos dulces.
Las esponjas representan los taninos y los sarmientos son de chocolate blanco. Buen postre aunque nosotros le pondríamos más sorbete y menos esponja.
Acompañamos los postres con un par de vinos dulces: Dolç de Mendoza y Casta Diva cosecha miel.
Terminamos con estos petit fours.
Buen menú en líneas generales, con algún altibajo pero con momentos sublimes como ese arroz meloso de ostra. Decoración moderna con líneas depuradas, acorde con su ubicación en el Instituto Valenciano de Arte Moderno. Servicio muy profesional. Buen restaurante.
Restaurante La Sucursal
Guillem de Castro, 118
46003 Valencia
Tel. 963 74 66 65
Total factura: 230.04 euros.
2 menús degustación: 151,20 euros.
Perrier-Jouët: 48,60 euros.
Muchas gracias por acercarme este buen restaurante de Valencia que si algún día vuelvo por allí, visitaré sin duda. Me ha parecido un buen menú para esos precios, unos entrantes geniales, y quizá solamente flojeando en pescado y carne. El resto un buen nivel.
ResponderEliminarUn abrazo a ambos!
Hola Miguel angel, con retraso gracias a ti por seguir leyéndonos. Anótalo porque te gustará. Un abrazo. Angel y María.
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