viernes, 29 de junio de 2012

Zalacaín

Con casi 40 años de existencia, Zalacaín es uno de los grandes restaurantes clásicos de Madrid. Uno de esos templos de los que una capital europea de primer nivel como Madrid no se puede permitir el lujo de prescindir. Quien sube las escaleras de Álvarez de Baena, 4 no va buscando que le sorprendan con los últimos platos más representativos de la vanguardia gastronómica, tampoco busca probar nuevos ingredientes ni elaboraciones sorprendentes. A Zalacaín se va a buscar, y a encontrar, una alta cocina clásica elaborada de forma impecable, un servicio esmerado de los de la vieja escuela y una carta de vinos de alto nivel a cargo de una institución como es Custodio López Zamarra. Zalacaín es un pequeño oasis (hay para quien puede ser un pequeño infierno) en el que no hay camisetas ni zapatillas de deporte. Eso sí, muchas señoras con permanente y mucha chaqueta y corbata, obligatoria para los caballeros.
Sobre la mesa platos de toda la vida como la lasaña gratinada de hongos y foie, el bacalao "Tellagorri", las manitas de cerdo, el steak tartar o la pularda. Ah, y las ineludibles patatas suflé.


Visita 16 de Abril de 2012

Era nuestra última noche como residentes en Madrid y además el cumpleaños de uno de nosotros. Lo ajetreado de nuestra vida reciente nos había impedido planificar la velada,pero Zalacaín no es un lugar en el que, a día de hoy, haya que reservar con excesiva antelación. Estaba lleno eso sí.
Público muy "zalacaín". Parejas y pequeños grupos con una media de edad muy superior a la nuestra ocupaban completamente las mesas del restaurante un lunes cualquiera de abril.

Tras los fritos de croqueta y calamar, y la mantequilla con la que nos recibieron, pasamos a examinar la carta y esto fue lo que pedimos:



Como primeros, unos huevos escalfados con crema de coliflor, soubise de hongos y caviar


(lo mejor llega al romper la yema)



y la clasiquísima lasagna gratinada de hongos e hígado de oca.



Ambos impecablemente ejecutados y deliciosos.


Como plato principal coincidimos en pedir la pularda con salsa périgourdine y mini zanahoria. Acompañada de patatas souflé.



Este plato, aparte de lo bueno que está, permite presenciar como el personal de sala trincha la pieza delante del comensal al mejor estilo de la cocina de maître d'hôtel francesa.



Como postres, un biscuit al Pedro Ximénez



 y crepes Zalacaín, flambeados delante del comensal.



Terminamos con la enorme teja y los demás petit fours acompañados de unas copitas de Tokaji Oremus 5 puttonyos.



Bebimos una botella de nuestro champagne de cabecera, al nivel de costumbre.

Ninguna sorpresa, todo clásico, todo según lo esperado, todo muy Zalacaín. Y que así sea por muchos años.



Restaurante Zalacaín
Alvarez de Baena, 4
28006 Madrid
915614840


Total factura: 259,52
2 pan, mantequilla y dulces: 10,50
2 Martini rojo: 8,00 euros.
1 André Clouet Grand Réserve Grand Cru: 49,00 euros.
2 Tokaji Oremus 5 puttonyos: 17,00 euros.

sábado, 23 de junio de 2012

Lakasa de César Martín



Desde la primera visita que comentamos en el blog, allá por el 4 de febrero, han sido varias las veces que hemos vuelto a Lakasa. Y lo hemos hecho porque en todas nuestras visitas hemos confirmado la gran impresión que nos llevamos el primer día. Parece que César Martín y su equipo han dado con una fórmula de éxito, basada en un producto de calidad ofrecido a precios razonables (dando gran importancia a la estacionalidad), una mano experta en la cocina, que potencia ese producto, y un servicio atento y agradable que, dirigido por Marina y el propio César, consigue que te sientas realmente a gusto.
A lo largo de estos meses la carta ha ido variando, incorporando platos nuevos dentro de esa atención constante al mercado y a los productos de temporada. Así hemos ido probando, por ejemplo, unos magníficos espárragos blancos, o varios platos de atún rojo. También hemos seguido fieles a nuestros clásicos como los mejillones de Bouchot o, sobretodo, la hamburguesa, que nos sigue pareciendo absolutamente brutal, y que pedimos en cada visita. Otro plato que nunca falta en nuestra comanda es la tabla de quesos.
Estos son los platos que hemos ido probando en este tiempo.


Arroz cremoso con setas y terrina de foie. Estupendo.



Pizza Jimeno.



Tataki de atún.



Carpaccio de toro. Para repetir siempre que esté en la carta.



Tartar de atún. Apoteósico.



Filetes de anchoas, ¡sin aplastar! Muy buen producto.



Croquetas de centollo. Ricas.




Fileteado de carne roja de vaca a la brasa. Bueno.



Croquetas de calçots.



Carrillera de ternera estofada al curry rojo. Imprescindible.


Pescado del día. En su punto.


Espárragos blancos de Tudela con picada de almendra, setas y cebollino. Producto bien elaborado. Otro imprescindible.



Vieiras a la brasa con lardo di colonnata y pez mantequilla.



Terrina de foie caramelizado. Deliciosa.




Milhoja de rape y calabacín.



Alcachofas con foie.



Setas con yema de huevo y parmentier. Una combinación que nunca falla.





Revuelto de corujas.




Mousse de crema catalana. Nos encanta y lo pedimos siempre.



 Nuestra imprescindible tabla de quesos.

Sinceramente, nos alegramos por el éxito de Lakasa. Como clientes habituales de restaurantes, siempre es agradable que un sitio que te gusta funcione. Además, en este caso, el éxito es fruto, en nuestra opinión, del trabajo duro, la ilusión en el proyecto y un evidente talento.


Visita 4 de Febrero de 2011

Lakasa es el nuevo proyecto de César Martín, cocinero de larga trayectoria que ha pasado, entre otros, por La Abacería de la Villa o Balzac. Lakasa tiene un horario ininterrumpido, lo cual permite desayunar, comer, cenar, o simplemente picotear algo en su barra. Además dispone de un saloncito muy adecuado para tomar una copa.
Abierto hace apenas dos semanas, se define a sí mismo como un restaurante 2.0, complementando su página web con una activa presencia en todas las redes sociales y un blog .
Todos los platos de la carta ofrecen la posibilidad de pedir medias raciones. Esto nos permitió probar un buen número ellos, confeccionándonos una especie de menú degustación. Fue el propio César Martín el que se acercó a nuestra mesa para tomar la comanda aconsejándonos sobre la cantidad de platos a pedir. Para beber elegimos una botella de nuestro champán de cabecera, André Clouet. La carta de vinos es corta pero suficiente, muy variada y con bastantes referencias a buen precio.

Tras la buena chistorra y la excelente mantequilla casera con que nos recibieron, comenzamos nuestra cena con una pequeña muestra, a modo de aperitivo, de los buñuelitos de idiazábal y la cecina de waygu con aceite de almendras. Deliciosos los primeros, con gusto a poco, menos destacable la cecina, aunque buena y bien aliñada.

                                           


Mención especial para los panes, tomamos de aceite y de pasas, adictivos los dos.

A continuación llegó la media ración de mejillones de Bouchot al vapor, una cazuelita de mejillones pequeños y muy sabrosos.



El nivel se mantuvo alto con las vieiras a la brasa con lardo di colonnata, dos grandes piezas acompañas de una emulsión de chirivía y de una espectacular vinagreta de tomate.


Como platos principales probamos, en primer lugar, las albóndigas de ciervo al cacao, con setas y frutos rojos, una muestra perfecta del nivel que César alcanza en los platos de caza.


A continuación, media ración de hamburguesa de ternera cortada a cuchillo, con pan de aceite y ketchup casero. Una de las mejores hamburguesas que hemos probado. Muy buena carne, perfectamente cortada a mano, y poco hecha para poder apreciar todo su sabor. También muy buenos el pan y el ketchup. Soberbia.


Antes del postre, pedimos una tabla de quesos, de nuevo media ración, que venían acompañados de membrillo. Una buena selección.



Para el postre nos dejamos aconsejar con un excelente arroz con leche y anises.



Los postres vinieron acompañados de unas copas de moscatel malagueño MR 2009, invitación de la casa y, con los cafés, nos trajeron unas galletas hechas por ellos.








Después de la cena pasamos al saloncito para tomar dos gin tonics.
                                                                                      














Nos fuimos con la impresión de que volveremos pronto a Lakasa. Nos encontramos con un restaurante informal, unos precios muy contenidos, un ambiente agradable y sobretodo una cocina asentada, sensata y que utiliza buen producto. Además pudimos disfrutar de un servicio que, si bien cometió algún mínimo fallo seguramente producto del rodaje, muestra unas ganas inmensas de agradar y hacer las cosas bien, igual que Marina, la jefa de sala, encantadora en todo momento. Y sobre todo conocimos a un César Martín pendiente de todo, enamorado de su profesión y poniendo el alma en lo que está haciendo.


Raimundo Fernández Villaverde, 26
28003 Madrid
Reservas:  915.338.715 - 626.933.081 y http://www.lakasa.es/


Total factura: 115,30 euros.
2 cubiertos: 2,00 euros.
2 GT's: 24 euros.
1 té rojo: 1,10 euros.
1 café: 1,20 euros.
1 André Clouet Grande Reserve: 38,00 euros.

domingo, 3 de junio de 2012

Hisop



Acudimos a Hisop bien asesorados por un amigo local y nos encontramos con un sitio absolutamente recomendable. La cocina de Oriol Ivern y su equipo (estrella Michelin desde 2011) nos ha parecido sensata, con una técnica impecable al servicio de un producto excelente.

Además de la carta, ofrecían un menú degustación a un precio de 50 euros y un menú corto que, a un precio de 27 euros, consistía en dos aperitivos, un primero, un segundo y un postre o una selección de quesos. Decidimos tomar este último.

El primer aperitivo fue ventresca de atún acompañada de fresones e hinojo. Buena combinación de sabores dulce y salado. Gran bocado.




El segundo aperitivo: navajas del Delta del Ebro con gel de agua de coco verde y alioli tailandés con jengibre y menta. Para repetir. De nuevo gran producto, con una elaboración sutil que lo realza.



En el primer plato, a elegir entre dos, coincidimos: sopa de espárragos con huevo poché, rebozuelos y emulsión de hierba luisa. Otro plato de altura. Sabrosa crema ligera de espárragos blancos, con tropezones de espárragos verdes al dente, rebozuelos y huevo poché. Ejecución perfecta. A destacar que el plato llegó a la mesa muy caliente.



El segundo plato de María fue la presa ibérica con berenjena ahumada, juliana de manzana verde y salsa de mostaza. Excepcional salsa ahumada que incluso superaba al producto principal, una exquisita y tierna presa ibérica.



El segundo plato de Angel: lenguado con hinojo a la plancha, caracoles de mar, jengibre e infusión de senderuelas. Exquisito. El caldo nítido y espectacular.


Ya en los postres compartimos primero la selección de quesos: Tou dels Til-lers, cabra de la Garrocha curado en ceniza, de Berga, leche de vaca de la Cerdanya curado en salmuera, e Idiazábal ahumado. A destacar el tercero de ellos, realmente sensacional.

A continuación nos sirvieron el mojito con infusión de poleo menta, espuma de gin fizz y hierbabuena. Refrescante prepostre.



El postre consistió en un bizcocho de zanahoria con frutos secos, pera rustida y  fruta de la pasión. Estaba bueno pero nos pareció el plato más flojo del menú.


Con los cafés nos trajeron una sorprendente manzana con albahaca, trufas y financier de almendra.



Acompañamos nuestro almuerzo con un buen Gewüzrtraminer alsaciano Les Pucelles`08. Julien Meyer.



Hisop Restaurant
Pasaje Marimon, 9
08021  Barcelona
932413233



Total factura: 98,50 euros.
2 menús cortos: 54,00 euros.
1 agua: 2,70 euros.
2 A.K. Damm 8,00 euros.
1 Les Pucelles: 22,00 euros.
2 cafés: 4,50 euros.