Por todo ello, una visita a La Tour d'Argent es siempre una gran experiencia. Nosotros no tuvimos la suerte de conocerlo en tiempos de Claude Terrail, que dirigió el restaurante magistralmente durante cincuenta años y bajo cuya batuta cuentan que los camareros funcionaban como un reloj perfectamente ajustado. Hoy, bajo la dirección de su hijo André, sigue conservando toda su esencia de gran comedor clásico parisino.
Visita 23 de febrero de 2013
El trato es impecable desde el primer instante. En la planta baja nos recogieron los abrigos y nos condujeron a un salón donde nos acomodamos para una breve espera antes de ser conducidos al comedor del piso superior donde nos esperaba una mesa con una vista magnífica del Sena y de Notre Dame. Tras unos vermouths rojos que pedimos como aperitivo, elegimos los platos que íbamos a tomar del menu déjeuner y nos enfrentamos a la intimidante carta de vinos: un libro enorme, que presentaba serias dificultades de manejo y en el que se listan innumerables joyas con forma de botella de vino. Elegimos un chablis Les Lys 1er Cru de 1982. Nos gustó.
Como aperitivos nos ofrecieron una rica terrina de foie y una deliciosa velouté de verduras con toques crujientes.
Como primeros elegimos:
Tartar de vieiras a la trufa. Buena vieira, textura melosa, poca presencia de la trufa.
Quenelles de lucio André Terrail: una especie de pastel de pescado gratinado con parmesano. Sabroso.
Como segundo plato los dos coincidimos:
Filete de pato de Vendée. En su punto, con una deliciosa salsa cítrica. Nuestro pato fue el número 1.118.844.
Carro de quesos. Buena selección de quesos franceses con los que disfrutamos.
Los dos postres mantuvieron el buen nivel de la comida.
Tartaleta de castañas y arándanos Mont Blanc.
Ganache a los dos chocolates tour d'Argent, con perfume de coco y lima.
Terminamos con los petit fours y unos cafés.
Nos gustó La Tour. Encontramos lo que buscábamos: cocina clásica bien elaborada, servicio perfecto, savoir faire...
La Tour d'Argent
15 Quai de la Tournelle
75005 Paris
Total factura: 290,00 euros.
2 Martini rojos: 28,00 euros.
2 menu déjeuner: 150,00 euros,
1 chablis Les Lys 1er Cru de 1982: 85,00 euros.
1 Evian: 7,00 euros.
2 cafés: 20,00 euros.
Un clásico de la cocina parisina, éxito seguro sin duda. Muchas gracias por compartir con nosotros este reportaje en el que acercarnos a lo que se cuece en las cocinas más importantes del país vecino sin movernos de casa. Un placer, como siempre. Besos y abrazos!
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