martes, 13 de marzo de 2012

Restaurante Paco Morales en el Hotel Ferrero




Paco Morales es un joven cocinero formado entre otros restaurantes en Mugaritz, donde llegó a ser segundo de Andoni Luis Aduriz. Tras su etapa en el restaurante de Rentería, se estableció en solitario en el restaurante Senzone del Hotel Hospes ubicado en la misma Puerta de Alcalá de Madrid. Fue en esta etapa cuando nosotros conocimos su cocina, que ya entonces nos gustó. Posteriormente Morales se trasladó al Hotel Ferrero, un establecimiento de lujo en el interior de la provincia de Valencia. Allí nos fuimos en esta ocasión para comprobar que su cocina ha evolucionado, y lo ha hecho a mejor. La cocina que Paco Morales ejecuta en el restaurante del Hotel Ferrero nos ha parecido una cocina madura, elegante, con una técnica milimétrica y un gran respeto por el producto y la estacionalidad. Una estrella Michelin absolutamente merecida.



Visita 8 de Marzo de 2012

Además de la carta hay 3 menús disponibles: el menú raíces, el menú de clásicos y el menú innovación. Nosotros optamos por este último que se supone incluye las creaciones más rompedoras del chef cordobés. Se subtitula como Innovación=Provocación.
  

 


Los aperitivos ya anticiparon un gran nivel.

Cogollo de nuestra huerta con anchoas, menta y pimiento rojo.


Pan negro con nueces crudas y mostaza.


Crema untuosa de cebollino con salsifis crudo.



Menestra de verduras, fondo untuoso y láminas de tocino ibérico.
Excelente la primera entrada, una menestra de verduras con los puntos de cocción perfectamente conseguidos y con la acertada combinación del tocino ibérico que enriquecía el plato.



Perfecta técnica y deliciosa combinación de sabores en el segundo entrante, ostra al natural con leche cruda de oveja, esencia de cordero y pesto acidulado de hierbas.



Espardeña de sepia, pelotas de interiores de pichón y nabo de invierno-primavera. El siguiente plato, un trampantojo donde la "espardeña" la formaban unas finas láminas de sepia y el pichón aportaba intensidad de sabor.



Setas del mercado bañadas en un suquet con ventresca de lubina escarchada. Más técnica y más producto. 
 


Champiñones secos al sol aliñados con yema de huevo de campo, puré de berenjena a la brasa y ajos tiernos. Uno de los platos que más nos gustaron, juego de texturas y delicioso el sabor a brasa que aportaba la berenjena.




Rape al vapor de almendra amarga con crema de hongos, aceituna negra y coliflor encurtida. Delicioso el plato de pescado. Producto excelente y elaboración exquisita.


 
Cierva con praliné de cacahuete, tonos picantes y selección de brotes y hierbas de la sierra de Mariola.
Extraordinario plato, con una calidad de la carne espectacular y un acertadísimo toque del praliné de cacahuete.
 


Flores del entorno, remolacha, frutos rojos y regaliz. Verdaderamente delicioso. Magnífico el toque del regaliz.



Leche ahumada, semillas de café y cacao especiado. Un postre para repetir.




Como petit fours nos trajeron un papel de cacao con hierbas de Sierra Mariola. Delicadeza y elegancia.




Como había que conducir nos limitamos a tomar un par de copas de vino que dejamos elegir al propio chef: como blanco nos sirvieron un Ribeiro Viña Meín y como tinto otro vino gallego, éste de la Ribeira Sacra, un Lalama.

Disfrutamos de una comida realmente estupenda. El entorno es agradable, luminoso y muy relajante, digno de una estancia más pausada. Nos encontramos a un Paco Morales dando lo mejor de sí, en la cocina y en la sala. Un auténtico disfrute. La visita a Bocairent está más que justificada.
 


Restaurante Paco Morales. Hotel Ferrero
Crtra. Ontinyent-Villena, km. 16
46880 Bocairent (Valencia)
962355175
www.hotelferrero.com


Total factura: 227,74 euros.
2 pan y servicio: 6,00 euros.
2 menú innovación: 192,24 euros.
2 copas Viña Meín: 10,00 euros.
2 copas Lalama: 10,00 euros.
2 botellas Mondáriz: 4,50 euros.
2 cafés: 5,00 euros.

domingo, 11 de marzo de 2012

Novelli, un restaurante italiano muy normal.



En nuestro viaje a Viena tratamos de reservar en Steirereck, el único biestrellado, y en Walter Bauer, pero fue imposible porque ambos tenían completo. Novelli fue nuestra tercera opción, los platos de la web tenían muy buena pinta.
Llegamos al restaurante con las espectativas que se pueden tener de un restaurante con estrella Michelin. Los camareros iban de un sitio a otro, inmediatamente nos recibieron y muy amablemente cruzamos la bulliciosa sala con el maître .
La decoración es de estilo muy decadente pero cuidado, pensamos que ese sería su encanto.

Nos pusieron una buena selección de panes con un par de salsas.


Nos trajeron un aperitivo de prosciutto pecorino que consistía en una crema de pecorino con una croqueta cremosa de jamón, aunque con postgusto a aceite frito, y oliva.



Despúes del aperitivo pedimos el vino que no llegó hasta veinte minutos después. Parte de los entrantes los tomamos sin bebida. Por más que se trataba de advertir al servicio, era totalmente imposible, porque se movían de un lado a otro como camareros en una tasca.

Como entrantes pedimos Capesante. Un plato compuesto por vieras en sashimi y dos ostras con pepino. Bien sin más, esperábamos algo mejor.


Y también Calamaretti. Calamarcitos salteados y bien fritos con ajo, con pequeños trozos de coliflor y dados de cabeza de ternera con rebozado de tinta de calamar. Otro plato que nos iba enfriando el entusiasmo.



Cuando llegó el vino pensabamos que se iba a quedar casi todo porque apenas nos quedaba un plato. Cuando nos retiraron los platos de los entrantes nos dio tiempo de sobra a beber ya que pasó una media hora larga sin que nos trajeran el principal.


Angel pidió de principal Kabeljau. Bacalao con costra de cebolla crujiente y acompañado de  pulpitos de escaso sabor. Agradable sin más. A esta altura de la cena ya teníamos muy claro que definitivamente no estábamos en un templo gastronómico. Este plato hubiera estado mejor con un poco de pan que se pidió, pero que nunca llegó.



María pidió Garnelen wildfang. Langostinos a la plancha muy hechos y mejillones en pimentón picanterouille de verduras, alioli de azafrán y de ajo suave con pan cocido de hierbas.  Un plato sin producto ni técnica. En conjunto farfolloso. Media hora de espera como mínimo no merece la pena en absoluto ni compensa. En qué piensan los dueños del restaurante para cobrar 32 euros por este plato.



Alioli de azafrán y de ajo suave con pan cocido de hierbas.


Detalle de uno de los mejillones que dejamos porque fuimos incapaces de comer.




Después pasamos otra media hora para pedir el postre, de pensar que podíamos pasar otra media para que nos lo sirvieran y otro tanto para la cuenta decidimos pedir esta última. Tardaron tiempo como bien pudimos vaticinar, aunque para esta espera tuvieron a bien traernos unos petit fours que a estas alturas de la cena pasaron por la mesa sin pena ni gloria.




En resumen, este es uno de los restaurantes que más nos ha costado comentar y donde más hemos tratado de ser objetivos porque salimos realmente enfadados del local y ello nos prodría haber llevado a una critica más negativa y poco productiva.
Una de las preguntas que nos surgieron al salir es si el local era de algún inspector de Michelin o familiar porque no es lógico que un restaurante italiano de este estilo pueda ostentar una estrella.  Detalles como que no pedimos agua y los vasos quedaron en la mesa hasta el final, o como el del plato de pan vacío desde los entrantes aunque pedimos que nos pusieran o los camareros que iban alocados sin atender a los comensales o la tardanza para traer el vino o las esperas entre los platos, nos llevan no a no recomendarlo si no más bien a desear mejor suerte que la nuestra al que vaya a ir. Nosotros seguro que no volvemos.

Total factura: 159,20 euros.
2 Cubiertos: 9,00 euros.
2 Stiegl Pils: 7,20 euros.
1 Nigl Riesling Dornleiten: 35,00 euros

jueves, 8 de marzo de 2012

Kirei Teatriz by Kabuki



Kirei es el restaurante japonés que Kabuki ha instalado en el renovado Teatriz del grupo Vips. Cuenta con una barra y unas pocas mesas y en él se pueden degustar algunas de las especialidades de la casa madre de Ricardo Sanz.



Visita 2 de Diciembre de 2011

 

Nos sirvieron como aperitivo un poco de atún macerado con sésamo negro.


Pedimos nuestra ensalada favorita de Kabuki, la Ebi. Ensalada de langostinos fritos con copos de maíz.




Ostras con salsa ponzu y momiji. De repetir.



Hotategai. Nigiri de vieira con yuzu.




Nigiri de huevo frito de codorniz con paté de trufa blanca. Todo un clásico de Kabuki.




Nigiri de pez mantequilla con paté de trufa blanca. Otro clásico.



Toro con mostaza Dijón. Nigiri de ventresca de atún con mostaza de Dijon.




Cremoso de yuzu. Cremoso y gelatina de yuzu con fresón y pipas de calabaza. Buen postre.



Kirei nos ha parecido un lugar muy agradable para una comida informal en el Barrio Salamanca.





C/ Hermosilla, 15 28001 Madrid
Tel.: 915 77 53 79
Reservas por teléfono y en www.eltenedor.es



Total factura: 75,70 euros.
2 Kirin: 8,00 euros.
2 Cafés: 5,20 euros.

martes, 6 de marzo de 2012

Kong, see & be seen en París.



Ubicado en las dos últimas plantas del edificio Kenzo en el 1 de Pont Neuf de París, Kong cuenta con unas espectaculares vistas de la ciudad.
Hace ya unos años que conocemos este bar restaurante, el local fue decorado por Starck y su sello se encuentra en cada rincón.
Es uno de los sitios que nosotros clasificamos en "See & be seen", lo mejor no es la comida aunque en este caso no estuvo tan mal como en otros restaurantes de este estilo.


Hicimos un intento sin reserva y nos fue complicado, así que reservamos mesa para cenar. Incluso con reserva tienes que esperar un poco para que te acomoden en la mesa pero al final nos pusieron en una mesa especial, el servicio fue excelente y la cena divertida.
Después de la cena tratamos de tomar una copa en la planta de abajo pero el lleno lo hacía insoportable y la música estaba demasiado alta. Nos fuimos a Buddha.



1, rue du Pont Neuf, 75001 París
Tél. 01 40 390 900   Fax. 01 40 390 910

domingo, 4 de marzo de 2012

Korso Bristol



Korso es el restaurante del Hotel Bristol, un clásico 5 estrellas vienés situado justo al lado de lugares tan emblemáticos como el Hotel Sacher o la Opera de Viena. En los últimos tiempos le han tratado de dar un aire de modernidad, con una nueva decoración y un horario ininterrumpido de la mañana a la noche. La sala es agradable, con elementos modernos que no esconden la tradición y clasicismo del lugar. La carta ofrece una cocina clásica con buen producto, y el servicio es correcto.

Comenzamos la cena con unos bellinis. Sobre la mesa panes correctos y buena mantequilla.



Como aperitivo nos ofrecieron una buena espuma de calabaza con trozos de pescado.



 Una de las entradas fue una crema de langosta al azafrán con ravioli y su pata. Un clásico de altura.



La otra entrada consistió en unas vieiras con risotto de jalapeños y berenjena. Arroz al dente con el buen toque del jalapeño y las vieiras coronadas por una melosa berenjena pochada. Un buen plato.



Como platos principales elegimos dos platos de pescado.

Filete de rape con estofado de hinojo y zanahoria y gnocchetti.



Lubina sobre pipas y patatas salteadas con mejillones fritos. Buen pescado bien acompañado en especial por los mejillones fritos.



Prescindimos del postre y nos trajeron unos petit fours con los cafés.


Restaurant Korso
Hotel Bristol Vienna
Reservas en página web

Total factura: 192,40 euros.
2 cubiertos: 10,00 euros.
2 bellinis: 17,00 euros.
1 riesling Schwarz: 35,00 euros.
1 melange: 4,20 euros.
1 espresso: 3,20 euros.