El local de Le Cabrera Casa de América tiene una decoración moderna, obra del interiorista Luis Galliussi. Cuenta además con un zona anexa para cócteles, Le Cabrerita, y una terraza de verano.
Visita 18 de Noviembre de 2011
Además de la carta, había disponibles dos menús: Le Cabrera y Casa de América.
Tras pedir dos cervezas y examinar las diferentes opciones elegimos el menú Casa de América.
Empezamos con dos aperitivos, unos pequeños hojaldres con muselina de pollo, correctos sin más y una crema de guisantes con bacon crujiente, agradable y con buen sabor.
Tras los aperitivos comenzamos con los entrantes:
Bocadillo de foie gras especiado: buen entrante, pan tostado con foie micuit y rúcula.
Falafel de quinoa: bastante sabroso, coronado con col con un un fuerte aliño de mostaza. No apto para todos los paladares pero bastante bueno.
Vieiras al jengibre con salteado de espinacas y anacardos: buenas las vieiras. Simplemente pasables las espinacas con sabor a jengibre y los anacardos.
El plato principal del menú podía ser elegido entre los dos siguientes:
Arroz negro con chipirones y ali-oli de ajo asado: un buen plato. Buen punto de un cremoso arroz negro con los chipirones y el ali-oli servidos aparte.
Presa ibérica al carbón, salteado de col de invierno y puré de apio bola: la presa casi crujiente por fuera y poco hecha en el interior. Gran sabor. Cremoso puré y buen acompañamiento de la col salteada.
Como primer postre tomamos el requesón de "As Neves", frutos rojos y miel de romero. Era el plato de queso. Buena combinación de sabores.
El segundo postre fue el tiramisú Le Cabrera. Riquísimo tiramisú, servido con una crema de café que el camarero añade ya en la mesa.
Con los cafés llegaron unas buenas trufas de chocolate como petit fours.
Para beber, además de cerveza, pedimos una copa de vino tinto, y nos trajeron un Terrazas de Los Andes, vino argentino de la uva Malbec. Hubiera estado bueno a una temperatura de unos 6 o 7 grados más alta...
El servicio fue muy atento en todo momento. Tanto que en varias ocasiones algún camarero nos ofreció algo que nos acababa de ofrecer otro compañero. Sin embargo a medida que el local se fue llenando, los tiempos entre platos se dilataron un poco.
La experiencia nos dejó un poco fríos. En general los platos estuvieron bien pero preferimos la barra del local de Bárbara de Braganza. A una cena propiamente dicha, con mesa y mantel, le pedimos algo más. Por el precio que pagamos pensamos que hay opciones mejores.
Total factura: 121,50 euros.
3 Heineken: 18 euros.
1 copa de vino 3,5 euros