martes, 31 de enero de 2012

Restaurante Filandón, buen sitio para comer un domingo.



Filandón: "Reunión alrededor del fuego donde se contaban cuentos, se recitaban romances, se hablaba de los chascarrillos de los pueblos, incluso se cantaba y se bailaba”. Esta palabra maragata da nombre al nuevo proyecto de la familia García, propietaria de Pescaderías Coruñesas, El Pescador y O'Pazo. Situado en la carretera Fuencarral-El Pardo, justo al lado de la M-40, Filandón ocupa un gran espacio, con varios comedores, terrazas, zonas de juego para niños y una amplia zona de aparcamiento. La leña que flanquea la entrada del edificio, rústico pero con decoración vanguardista, alimenta las enormes parrillas que ocupan buena parte de la cocina, y que son la base fundamental de la oferta gastronómica que nos encontramos dentro: producto de calidad tratado mínimamente en el fuego para que mantenga sus propiedades.




Visita 29 de Enero de 2011

A pesar de la gran cantidad de gente, muchos de ellos niños, que había en el restaurante, la existencia de varios comedores y una correcta separación entre mesas, hacían que se estuviese realmente a gusto. El servicio suficiente, se mostró correcto y eficaz en todo momento. Eramos ocho personas, así que pedimos algunas entradas para compartir y un plato cada uno como principal.




Croquetas de carabinero y de jamón ibérico. Cremosas aunque no son las mejores que hemos probado.



Pulpo a la gallega. Tierno, en su punto, de buen grosor.




Almejas de Carril medianas a la sartén. De tamaño mediano pero muy buenas. Quizás algo escasas las dos raciones que pedimos.


Arroz negro con chipironcitos de costa. Buen arroz, sabroso, suelto.




Lenguado Evaristo “marca de la casa”. Emplatado en la sala, impecable.



Besugo de la pinta. Gran producto.



Solomillo la parrilla. De nuevo buen producto realzado en la parrilla.



La Hamburguesa de buey (para comer con las manos). Buena carne.



Las patatas fritas "finísimas y crujientes" que nos sugirieron, y aceptamos, como guarnición, llegaron a la mesa en cuatro grandes cuencos (16 euros), a todas luces excesivos sobretodo si tenemos en cuenta que la mayoría de los segundos eran pescados y arroces. Estaban buenas aunque no tan crujientes. Evidentemente, sobraron. Mal detalle.



Buena impresión general de la comida. Lugar perfecto para una comida familiar. Hay opciones más baratas pero el buen producto hay que pagarlo.

Total factura: 371,60 euros.
Pan y aperitivos 16,00 euros
1 cerveza sin alcohol: 2,40 euros.
1 cerveza: 2,40 euros.
1 coca cola light: 2,00 euros.
1 Schweppes limón: 2,00 euros.
1 Schweppes naranja: 2,00 euros.
1 zumo tomate: 2,00 euros.
1 Protos: 18 euros.
2 agua Bezoya: 5,80 euros.
3 cafés: 6,60 euros.

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