miércoles, 16 de marzo de 2011

La Buena Vida

Abierto desde marzo de 2001, La Buena Vida es un restaurante de producto. Esa es la característica que mejor lo define. Elisa Rodríguez en la sala y Carlos Torres en la cocina ofrecen una carta corta pero muy bien complementada por las sugerencias del día, que reflejan su apego al mercado y su empeño en ofrecer la mejor materia prima.
Otra característica de La Buena Vida es la carta de vinos. No es extensa, pero se caracteriza por su variedad y por contener un porcentaje importante de referencias de fuera de España.
El local, en la calle Conde de Xiquena, 8, a un paso de la Iglesia de las Salesas, es pequeño, algo incómodo en algunas mesas, pero acogedor e intimista.

Visita 12 de Marzo de 2011

Pues esta vez también se acabó el erizo en la mesa de nuestro lado. No tenemos suerte. Elisa y Carlos reaccionaron muy bien y nos ofrecieron por cuenta de la casa unas habitas de Guetaria con jamón. Quedamos en que la próxima vez, a la hora de reservar, reservaremos también el erizo.

Tras los aperitivos

 
llegaron las entradas:

 alcachofas fritas con berberechos, buena combinación.



y pulpo meloso, bueno de textura, con buen sabor a azafrán,  aunque algo dulzón.



Como principales tomamos los que tomamos habitualmente en esta casa:

el "solomillo" de atún rojo con sésamo y guacamole, grueso, poco hecho



y el bacalao negro macerado en miso, un prodigio de textura y sabor.


De postre, una buena tarta tatín con leche cruda.


Para beber elegimos un riesling alsaciano, Goettelmann 2007, que no nos entusiasmó demasiado.

Total factura: 121,08 euros.
2 cervezas: 6,50 euros.
Goettelmann Riesling: 24,3 euros.


Visita 13 de Febrero de 2010.

No fue ésta nuestra mejor noche en La Buena Vida.
Ibamos deseando tomar el erizo, uno de los platos clásicos de este restaurante en temporada. Como siempre varias sugerencias fuera de carta entre las que se encontraba nuestro erizo, que de hecho estaban disfrutando en la mesa de al lado. Pues bien, nuestra decepción fue mayúscula cuando volvió Elisa para anunciarnos que se les había terminado el erizo.
No fue esta la última incidencia de la noche. Para beber pedimos la última botella de Abadía Retuerta Selección Especial, con la mala suerte de que el corcho se quedó dentro y tuvimos que cambiar a un Sierra Cantabria.
Como entrantes pedimos trufa negra sobre crema de patata con huevo de pollita y 6 ostras Gilardeau (que aunque buenas no estuvieron a la altura de los erizos a los que sustituyeron).
Nuestros platos principales habituales en este sitio: el "solomillo" de atún rojo con sésamo y guacamole, grueso, poco hecho y el bacalao negro macerado en miso. Con los segundos llegó la tercera incidencia en esta mala noche: el atún llegó a la mesa 7 minutos antes que el bacalao, con lo que a la hora de comerlo estaba ya frío.
De postre tarta de chocolate.
138 euros los dos.
Una mala noche la tiene cualquiera, supongo.

Total factura: 137,05 euros.
2 cervezas: 6,42 euros.
Sierra Cantabria crianza: 19,80 euros.
2 cafés: 5,88 euros.



Visita 21 de Noviembre de 2009.

Nueva visita a La Buena Vida.
Siguen teniendo un buen número de sugerencias fuera de carta, lo que refleja que siguen muy pegados al mercado y a buscar la calidad en la materia prima.
Nuestros entrantes fueron unos boletus salteados y unas alcachofas fritas con berberechos.Buenos los primeros, algo escasas las otras (sobretodo los berberechos).
Como platos principales, el "solomillo" de atún rojo con sésamo y guacamole, grueso, poco hecho, un clásico delicioso como otras veces. El bacalao negro macerado en miso y terminado al horno, excepcional de punto, con una textura melosa muy difícil de igualar.
De postre una tarta tatin prescindible.
La carta de vinos sigue siendo muy variada en países de procedencia. Nosotros elegimos un Abadía Retuerta Selección Especial 2006, muy bueno.
La Buena Vida sigue en nuestra lista de restaurantes a los que volveremos.
Total factura: 129,15 euros.
2 cervezas: 5,56 euros.
Abadía Retuerta Selección Especial: 25,68 euros.
2 cafés: 5,89 euros.


Visita 9 de Marzo de 2008.

La Buena Vida es uno de esos restaurantes a los que apetece ir de vez en cuando.
La cocina es elaborada pero sobretodo basada en una muy buena materia prima.
De nuestra ultima visita tenemos que destacar especialmente los erizos que habia fuera de carta, deliciosos. El bacalao negro tambien estaba riquisimo y el solomillo de atun tan bueno como siempre.
En cuanto al servicio, si bien fue algo lento al principio, en general estuvo impecable.
La carta de vinos, muy variada aunque no muy extensa, a precios bastante razonables.

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