lunes, 17 de octubre de 2011
El Viejo León
Con su encantador aspecto de bistro francés de hace décadas, El Viejo León es el restaurante francés más antiguo de Madrid. La sala pequeña, con pocas mesas y papel pintado en la pared es el escenario perfecto para degustar la cocina francesa más clásica, con sus caracoles, sus productos del pato, su chateaubriand al whisky, sus crepes... Es un espectáculo observar a Antonio Añover ejerciendo magistralmente su labor de maître d'hôtel preparando en la propia sala platos como las crepes. El Viejo León es uno de esos lugares que no cambian con el paso del tiempo. Afortunadamente.
Visita 15 de Octubre de 2011
Después de tanto tiempo el cambio a primera vista es que está algo más iluminado.
Nos tomó la comanda Antonio y a los fogones estaba Cristóbal.
Tomamos unos aperitivos antes de la cena que se acompañaron de unas tostadas de sobrasada y unas cortezas.
Comenzamos la noche con un foie, gelatina de Oporto y mermelada de naranja. Acompañados de finas rebanadas de pan de baguette tostado. Simplemente perfecto. Tal vez se pueda mejorar el pan.
Continuamos con unos boletus salpimentados. De buena textura, si bien al hongo le faltaba algo de sabor.
Como plato principal los dos coincidimos: Chateaubriand al whisky con patatas gratén y calabacines rebozados. Exquisita pieza de carne con potente salsa acompañada de unas patatas al gratén hechas en su punto con una sabrosa salsa. Los calabacines buenos. Es un top en carnes.
Crepes de naranja natural, muy buenas aunque un poco más de flambeado no le iría mal.
En resumen, pasamos una grata velada, como en anteriores ocasiones. Al haber transcurrido casi un par de años desde la última visita, no recordábamos la cantidad de los platos. Pedir dos entrantes para compartir es quizás excesivo; con un entrante para dos, principal y postre para compartir pensamos que es suficiente.
Nos agradó encontrar de nuevo a Cristóbal, quien sin duda es el alma mater del restaurante. Dejamos de ir porque en las dos ocasiones últimas no estaban Cristóbal y Rosa y pensamos que habían cambiado de dueño. Les dejamos un tiempo de rodaje hasta esta visita en que nos sorprendió gratamente volverlos a ver. Según nos contó Cristóbal sufrieron un grave accidente que les hizo ausentarse del negocio durante meses.
Este fue nuestro francés favorito mucho tiempo y de nuevo lo volvemos a tener en los de repetir.
La cuenta es un poco cariñosa pero merece la pena.
Total factura: 173,05€.
2 Pan: 3,80 €.
1 Pesquera Crianza: 35,25 €.
1 cerveza: 5,10 €.
1 vermut: 4,80 €.
2 cafés: 8,30 €.
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